¿Por qué hay que perderse en Barcelona?
Jueves, 06 de Septiembre de 2018
Muchas veces el turismo tradicional, las guías y todo aquello que a veces nos aconsejan sobre lo que hacer (o no), nos genera una sensación de no haber vivido, disfrutado o completado el viaje de ensueño o una experiencia que nos proporciona algo distinto que hayamos hecho, un recuerdo o una memoria. Por eso “perderse” está en el hecho de tomar las riendas y decidir caminar, ir en bicicleta o el medio que más te guste a descubrir la Barcelona que no aparece en las guías o en libros. El primer ingrediente del viaje o paseo inolvidable: olvídate de cualquier ayuda de ubicación y literalmente, piérdete.
El área más turística y menos descubierta de la ciudad es indudablemente el Barrio Gótico, el Barrio de El Raval, toda esa parte antigua e histórica llena de secretos, historias y otras vivencias de la actualidad y del pasado. Lo recomendable no es entrar en Las Ramblas; para ir allí es mejor coger los caminos menos transitados, los más estrechos, aquellos que te hacen caminar como un laberinto. Allí encontrarás lugares muy íntimos que no se caracterizan por ser los más comerciales. Pequeñas chocolaterías, tiendas vintage, tiendas de diseño, los cafés más íntimos (y antiguos) con terrazas que te permitirán tener una perspectiva de la Barcelona antigua. Galerías de nuevos artistas, las tiendas de barrio de toda la vida. Museos por doquier, restaurantes con alma e insignia. Las rutas ocultas del vermut y bares de la época medieval o de los ciudadanos ilustres de Barcelona. Mira hacia arriba, las placas, los estilos, grabados e inscripciones te darán mucha información de lo que pasaba allí.
Poble Nou es una de las zonas con más auge de la construcción de empresas y viviendas modernas, también de las fábricas de diseño y creación de emprendedores. Está al lado de muchas playas de la ciudad, así que también es una buena opción de recorrido. Lo único que hay que hacer es averiguar qué tipo de transporte va hacia esta área y recorrer sus antiguas fábricas y talleres. Se encuentran espacios que la gente no imagina o no están en los itinerarios de las guías turísticas. Grandes parques, alguna que otra tienda, algunos bares y discotecas y kilómetros de calles por recorrer. Una atracción “popular” es el cementerio de Poble Nou o las visitas a las fábricas de creación ya mencionadas antes.
Sarrià es un sector ubicado en la parte alta de la ciudad, no mucha gente accede allí. Pero, hay buenos restaurantes, tiendas de autor, plazas donde hay prácticamente dos o tres personas en el día. Lo más notable son los pasajes, esas calles casi privadas de casas increíbles que haces que te sientas en un lugar que no pensarías que estás en Barcelona. Este es un sector para relajarse y leer, tomar algo con amigos. Una vibra muy especial.
El Eixample es de esos lugares que haces que te sientas en una época de grandes construcciones, reformas, un estilo único, casas (o edificios) que ahora son oficinas, pisos, museos, organizaciones, pero que no pierden su encanto con sus portales de madera o hierro forjado, paredes decoradas con relieves, pinturas o vitrales de una época pasada. Galerías, bares y algunas discotecas para gozar. Pequeños parques y caminos que conectan con toda la ciudad en cualquier dirección.
Perderse en Barcelona significa quitarse la venda de los ojos sobre lo que típicamente te ofrecen. Encontrarás gente muy especial, lugares y construcciones para todos los gustos, sabores, tamaños y colores. El único requisito es tomar la iniciativa, dejar el miedo y sentirte que estás en una ciudad que tiene un alma vieja, pero también muy actual. Busca a Barcelona y te encontrarás con los mejores lugares, aunque no sean reconocidos o famosos.